Jordi de Mier, cervecero y fundador de cerveses JK, quería 2 series de imágenes distintas de sus botellines. Unas de estudio, centrada en el producto y en las materias primas que utiliza, reflejando los valores asociados a su marca. Otras urbanas, en el Poblenou, porque tanto Jordi como sus cervezas están fuertemente vinculadas al territorio.